Jenny Scobel (1955, Ohio, Nueva York) vive y trabaja en Haarlem, Nueva York. 

Sus obras están protagonizadas por mujeres y niños con apariencia inocente pero también con cierta oscuridad. Estos retratos están ejecutados con una técnica específicamente suya: grafito, cera y acuarela sobre tabla.

La base de estas obras es el dibujo, un dibujo más atmosférico que lineal. Los trazos decididos del grafito se evaporan por efecto de la cera, aplicada generosamente sobre la superficie del panel. Ésta suaviza el carácter lineal del dibujo y confunde el grafito con el color, confiriendo un carácter pictórico y aéreo a las obras.

Scobel enraiza su trabajo en la tradición de los Primitivos Flamencos y del retrato del Cinquecento. Opta por el más complejo, matizado y relativo retrato de tres cuartos sobre los retratos de perfil o del todo frontales, más absolutos y concluyentes.

Los retratos que componen esta exposición son todos de mujeres, o más bien de la mujer: fisionomías y psiques muy diversos, cada una de ellas marcada  por una profunda individualidad y protegiendo el íntimo misterio en el que están absortas. Todas transmiten una inquietante sensación  de ensimismamiento y de que lo que vemos  no es todo lo que hay. 

Ha protagonizado exposiciones individuales en Europa y USA, entre ellas  Unsolved Mysteries en el Rockville Center de Nueva York, el Sagt holde Frauen: 15 zeitgenssische Kunstlerinnen und das Medium Zeichnung en el Fridericianum Museum (Kasel).