Inauguración: 26 de enero de 2006, a las 20:00h.
Exposición que ofrece una selección de cada artista, con la intención de presentar obra representativa de cada uno.
- En la obra de la japonesa Michiko Kon, a la que la publicación Matador dedica un reportaje en su último número, se da una tensión entre lo animado e inanimado, mezclando en sus bodegones surrealistas, peces, plantas, o partes del cuerpo humano. Explora así la naturaleza transitoria de la existencia con humor y sentido trágico de la luz.
- A Peter Beard, aventurero fascinado por África y la Jet-Set, amigo de Warhol, Francis Bacon y Karen Blixen y al que la editorial Taschen dedicará en breve una monografía, no le gustan las “impresiones perfectas”, los blancos mates ni los marcos y lleva su máxima “Beauty is the only thing that can save us” (la belleza es lo único que puede salvarnos) a su trabajo en el que son fundamentales los diarios y periódicos.
- Hiroshi Sugimoto, japonés radicado en Nueva York, abordó el mar, los teatros, las figuras de cera o los hitos arquitectónicos, pasando a un interés por el retrato con el que incide en un mensaje conceptual. Sugimoto cuestiona sus sujetos, el acto fotográfico y su ilusión, alterando el significado del retrato para debatir no sólo sobre fotografía sino sobre el arte en general.
- Los autorretratos hechos en fotomatón de la también japonesa Tomoko Sawada, se adentran en la esencia de la identidad y del cambio. Se investiga qué queda del “yo” y de su imagen en la sociedad actual en busca de esa identidad.
- Desde Francia, llega Laurence Demaison, y sus autorretratos en movimiento, que hacen de la desaparición una reconstrucción, con imágenes que emergen de burbujas o se diluyen en el agua huyendo de su imagen como de la luz, una luz que odia especialmente si va directa hacia ella.
- Abelardo Morell, americano de origen cubano, presenta bodegones, el mundo exterior e interior jugando continuamente con las sombras, sin escapar de ellas. A algunas de sus obras, hechas con cámara oscura, llega transformando una habitación en cámara al colocar plástico negro sobre todas las ventanas y dejando que la luz pase por un pequeño agujero. Presente en el MOMA o el Art Institute de Chicago, La Pedrera de Barcelona acoge ahora una exposición con su obra.
- Sophie Calle cuenta historias íntimas y sutiles, en las que el recuerdo y la memoria son fundamentales. Es una obra de cierto carácter femenino en la que la psique está presente. Sus objetos y lugares intercambian imagen y texto. Son textos que la acompañan, ayudándola a superar y erradicar su sufrimiento.